jueves, 27 de noviembre de 2008

Las nuevas tecnologías podrían evitar las trampas en la adherencia al tratamiento - DiarioMedico.com

Pese a que pueda haber reticencias y pueda ser más o menos complicado, "existe un movimiento claro para aplicar el web 2.0 en salud", ha afirmado Ignacio Martos, director de Soluciones de Salud de Indra. Con eso se puede conseguir "un acercamiento de la tecnología a los dos extremos, profesionales y usuarios, además de una personalización de los tratamientos".

D.R.C. 27/11/2008

En cualquier caso, ha enfatizado que esta mayor libertad que adquiriría el paciente no es un peligro: "Si el paciente tiene más información y la contrasta con otros puede expresarse con más precisión y conocimiento cuando hable con el médico. Está claro que se puede hacer un mal uso, pero el mero aprovechamiento de estas posibilidades no hace que dejemos de ir al médico. Además, el uso de esta información es inevitable".

No obstante, ha admitido que si se demuestra que es contraproducente habría que gestionarlo de otra forma. ¿Cómo? Con iniciativas que también las proporciona el web 2.0, convirtiendo al paciente en suministrador de información. "Los sistemas de gestión asistencial deben evolucionar bajo las premisas del web 2.0".

Iniciativas

Entre esas iniciativas, Indra está desarrollando Tratamiento 2.0, en la que las nuevas tecnologías se emplearán para medir el grado de adherencia a los tratamientos prescritos y comprobar si la prescripción está siendo efectiva. "No se trata sólo de la disposición, que se puede controlar con la receta electrónica, sino también de tener certeza de que el paciente está siguiendo la pauta con las dosis adecuadas".

Para realizar la valoración del seguimiento y evitar las posibles trampas que se podrían asociar al control por parte del propio paciente, el sistema llevaría asociadas unas alertas, que gracias a la radiofrecuencia, por ejemplo, permirían realizar la trazabilidad de los medicamentos. También se podría controlar mediante sistemas que verificaran el peso de los fármacos."Se trata de aumentar la monitorización sin por ello aumentar la presencia del paciente en las consultas. Además, en la medida en la que recogemos más información, se puede llevar a cabo un tratamiento más personalizado, tanto para el paciente como para el profesional".

Martos ha aportado otras iniciativas, como las estaciones de trabajo, que pueden pasar de su entorno habitual, el diagnóstico por imagen, a otras especialidades como la hematología. También cree que serán útiles las herramientas como las vías clínicas y el soporte de la medicina basada en la evidencia.

Este tipo de iniciativas son las que llevarían el control al web 2.0, "sobre todo para aquellos pacientes que se creyeran más listos que sus médicos y dejaran de lado los tratamientos aportados por los profesionales. Dentro de unos años se podrán hacer trampas, pero con el aporte de las nuevas tecnologías biomédicas la monitorización de los pacientes será mucho mayor en todos los aspectos y cada parámetro de su organismo estará al alcance del médico".

Pasando a un terreno un tanto incierto, no se ha atrevido a establecer cómo podría ser el siguiente paso en tecnología informática: "Quizás sea muy temprano para hablar del web 3.0. Es posible que esto se pueda tratar en unos meses. No puedo ni tan siquiera imaginar lo que puede llegar". Sin embargo, tiene claro que la tendencia es la colaboración más directa entre paciente y sistema.

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