martes, 31 de marzo de 2009

DE CÓMO LAS REDES SOCIALES CAMBIAN LA INTERACCIÓN ENTRE MÉDICOS E INDUSTRIA FARMACÉUTICA


En un lugar de Internet, de cuyo nombre sí quiero acordarme: http://www.sermo.com/, hace unos años nació una red social de médicos.

La plataforma, de gran color, exacta en aspecto, visualización y usabilidad, permite a los médicos interactuar, debatir, hablar, compartir asuntos relacionados con su profesión.

No es la única comunidad on line de médicos a este nivel (http://www.yet2.com/, http://www.innocentive.com/, http://www.yourencore.com/, etc., sin olvidar mundos virtuales como http://www.secondlife.com/ ), pero sí podemos decir que es el paradigma de las mismas, y la que está modificando el escenario de relación entre médicos e industria farmacéutica.

Las redes sociales en red son un nuevo fenómeno que tienen dos claves fundamentales. Por un lado, son imprevisibles en cuanto a su devenir y rentabilidad y, por otro lado, los gestores están obligados a escuchar a los usuarios de las mismas, que son, al fin y al cabo, los que mandan.
Los médicos necesitan de las redes sociales virtuales para aumentar su formación y compartir dudas, nuevos procedimientos de diagnóstico y mejores prácticas en medicina, sobretodo, en un entorno de salud cada vez más complejo.

Los ya gastados métodos de publicidad, información y promoción de los productos farmacéuticos hacia los profesionales de la salud dejan de ser útiles en la medicina basada en la información (internet, biotecnología, autonomía del paciente, derechos en salud, responsabilidad legal, etc.). Los buenos restaurantes seguirán siendo necesarios, por qué no. Realizar jornadas también, aunque las virtuales irán ganando terreno. Los visitadores médicos tendrán que ir construyendo un “avatar” y “darle al email”.

La vida cambia a gran velocidad. La salud hasta da la impresión que lo hace más rápido todavía. Vienen plataformas tecnológicas tipo Sermo y comienza una regeneración y reactivación de las relaciones médicos-industria.

La nueva relación se basa en términos de “mentes colaborativas”, “prosumidores” (poder de los clientes en las decisiones sobre los productos y/o servicios), “plataformas para la participación”, “producción entre iguales”, etc. Todos estos términos han sido muy estudiados en Estados Unidos, de la mano de personas como Don Tapscott, Anthony D. Williams, que con libros como “Wikinomics”, adelantan un mundo diferente, cuestionando las posiciones más arraigadas sobre el mundo empresarial. Estas nuevas maneras de entender los negocios surgen del cambio de paradigma en la colaboración entre grupos humanos.

Las empresas inteligentes son capaces de aprovechar la capacidad y el genio colectivo para avivar, estimular, espolear la innovación, el crecimiento y el éxito. Y esto es precisamente lo que ya están haciendo empresas tipo Pfizer, que fue la primera en entrar como cliente en Sermo.com.
http://www.sermo.com/ prohíbe la publicidad directa al médico. Es decir, no están permitidos los anuncios (“Never any advertising” reza en su web). Pero sí permite que médicos consultores pertenecientes a laboratorios farmacéuticos puedan discutir, mostrar avances, charlar sobre un medicamento determinado, intercambiar datos de pacientes (disociados), elaborar conferencias virtuales, etc. Las empresas pagan por recoger conocimiento. Los laboratorios ganan y los médicos que no pertenecen a laboratorios también, ya que se enriquecen de la experiencia formativa e informativa.

Así pues, observamos varios cambios: la publicidad en estas redes sociales no está bien vista; los laboratorios acceden a conocimientos de múltiples médicos para mejorar productos e informar, sin publicidad, sobre sus avances; los laboratorios ahorran en costes de representación: visitadores, viajes, jornadas, etc.; permite innovar continuamente: multitud de cerebros trabajando sobre un mismo tema; todos captan ideas e información de calidad….

Seguiremos investigando este fenómeno, pues es apasionante. Queda claro que si es una red social en línea de médicos, serán ellos quien decida la relación con los laboratorios farmacéuticos y no al revés. Por este motivo, por ahora, no está permitida la publicidad directa, aunque surgen nuevos métodos de promocionar productos basados en la investigación on line, conversación, debate y compartición de conocimientos.

Y me pregunto: ¿Esto será un paso importante para que la publicidad vaya perdiendo terreno en pos de la verdadera información terapéutica? :)


Y como empecé con El Quijote:


“La razón de la sinrazón,
que a mí razón se hace,
de tal menera a mi razón enflaquece,
que con razón me quejo
de la vuestra fermosura.”

jueves, 5 de marzo de 2009

Historia genética familiar


Pincha aquí para ver el artículo que publiqué en Eupharlaw News en el año 2004. El contenido no ha perdido actualidad: